lunes, febrero 22, 2016

Las obras en la Reserva Natural de los sotos del Ebro en Alfaro demuestran ser inutiles en la primera crecida del año

Estado de la ribera de la margen derecha del Ebro, que se pretendía proteger con las obras.

Pozo de captación de Alfaro que se pretendía proteger con estas obras

 
 Las obras que se vienen realizando en el Soto Grande de Alfaro, sobre todo, y en el Soto del Estajao, en el corazón de la única reserva natural de La Rioja, continuan sin terminarse, incluida la repoblación de los sotos contemplada en el proyecto, sin que quede tiempo material para realizarse con garantías antes de que se produzca la brotación de los árboles que se pretendían plantar. Pero esto no es lo peor. En fechas recientes se ha producido una pequeña crecida, llevándose el agua una parte importante de los miles de metros cúbicos de  grava que se movieron, con maquinaria pesada, desde el margen del Soto Grande al margen del Estajao. El pozo de captación de agua potable para Alfaro, teórico causante de las obras para su protección, ha quedado en igual o peor situación que cuando comenzaron las obras, a escasos metros del río.
Estamos en periodo de crecidas, por lo que podrían producirse más en las próximas semanas y, por tanto, el arrastre de las gravas que se suponía que servirían para proteger el pozo de captación. Estas obras, todavía inacabadas, han costado centenares de miles de euros y, por lo que se está observando, solo han servido para talar innumerables árboles autóctonos y destrozar el corazón de la reserva natural.
 
Después de todo este desastre nadie será responsable de nada, dado que con el dinero de todos la Confederación Hidrográfica del Ebro con la inestimable colaboración del Ayuntamiento de Alfaro y del Gobierno Riojano se pueden realizar experimentos. En este caso ha salido mal, y nadie dará la cara y pedirá perdón por el despilfarro de fondos públicos sufragados con todos nuestros impuestos.
 
En Logroño, 22 de febrero de 2016