martes, febrero 12, 2013

De garzas, cormoranes, truchas y políticos




Una vez más, asistimos desde Amigos de la Tierra de La Rioja atónitos a un espectáculo que no por habitual deja de ser triste. Y no es éste otro que la muerte a tiros de unos animales que nos pertenecen a todos, por supuestos daños a los intereses privados de unos pocos.

Sólo la ignorancia más profunda acerca de la naturaleza y sus procesos, amén del desprecio por las leyes de protección del medio ambiente regionales, nacionales y europeas, que el Gobierno de La Rioja se encargará de encontrar justificaciones, y por la propia conservación del medio ambiente que exhibe nada menos que la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente que debería cuidar del mismo, puede explicar una vez más otro desatino medioambiental como es la matanza de cormoranes (Phalacrocorax carbo) que está ya llevando a cabo esta Consejería, y que pretende extender a garzas (Ardea cinerea), supuestamente debido a unos “estudios” que nadie ha visto, que parecen indicar “un impacto muy grande” (¿cómo de grande?: mucho), nadie sabe sobre qué o quién.

En el fondo, se trata una vez más de eliminar elementos de los ecosistemas que resultan molestos a una ínfima parte de la sociedad riojana; como los pescadores en este caso, los cultivadores de chopos en el caso del castor, o los ganaderos en extensivo en el caso del lobo. ¿Cuándo oiremos que se va a rebajar el número de licencias de pesca (o caza) para adaptarlo a las características de La Rioja? ¿Cuándo veremos por fin que se tiene en cuenta la biodiversidad como algo positivo en algún proyecto riojano? ¿Cuándo tendremos por fin un proyecto de recuperación para cada especie amenazada de La Rioja, tal y como exigen las leyes españolas y europeas? ¿Por qué nunca oímos que se hacen estos planes de erradicación para las especies exóticas invasoras, los furtivos o los vertidos tóxicos? ¿Cuándo oiremos, en definitiva, que la Consejería se toma en serio su trabajo?

Ni qué decir tiene que no hay ningún “estudio” que diga si hay o no “un impacto muy grande” del enorme número de pescadores sobre los ecosistemas acuáticos, ni sobre la maquinaria que se introduce en nuestros ríos la Confederación con el beneplácito de la Consejería cada vez que hay una crecida provocada por ellos mismos, ni sobre los vertidos tóxicos a los que estamos tan acostumbrados, ni sobre las extracciones ilegales de agua para regadíos, ni sobre la falta absoluta de planes de conservación de cualquier cosa en esta Comunidad…, ni sobre la ineptitud, abulia e incompetencia de los consejeros y directores generales.
No, señores, no. La culpa de que haya pocas truchas es sin duda de los pájaros con los que han evolucionado durante millones de años. Y por ello vamos a eliminarlos a tiros.

Bravo, señor Nagore.



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