En los últimos años se han realizado en Calahorra y en localidades cercanas, diversas obras publicas como la mejora de la N-232 o pasos elevados en esta misma carretera. En todas estas obras, se han utilizado áridos procedentes de una gravera situada en Raposeras, muy cerca del parque eólico.
El Colectivo Ecologista Riojano en su momento no presento ni una sola alegación a estos proyectos, dado que los consideramos positivos para la sociedad riojana. Sin embargo, eso no supone que debamos estar de acuerdo con la situación de una gravera después de haber sido explotada. Después de estas obras, y de haber pasado un plazo más que prudencial, podemos comprobar que no se ha realizado ninguna labor de restauración ambiental, cuando es algo que se debería de hacer antes de entregar las obras. La gravera sigue como siempre, con la tierra vegetal apartada, pero sin procederse a la restauración ambiental.
El medio ambiente debe tenerse en cuenta también en la construcción de infraestructuras, al igual que otros aspectos, y lo relativo a las restauraciones ambientales no solo debe aparecer en los proyectos, declaraciones de impacto ambiental.... sino también realizarse.
Por lo tanto hemos solicitado a las administraciones implicadas que actúen y que se proceda a la restauración ambiental de esta gravera.
En Logroño, 11 de noviembre de 2010
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